domingo, 14 de febrero de 2021

Porsche 911 RSR Turbo. 24h de Le Mans 1974

Desde practicamente el nacimiento del 911 los ingenieros de Porsche comenzaron a flirtear con la competición, desde luego es y será el mejor banco de pruebas para poner en práctica todo aquello que podría servir para el modelo de calle.
De esta evolución nacieron versiones especiales específicas para competición como los "R" de finales de los 60 y los preciosos RS de primeros de los 70. Enseguida aparecieron los RSR de 3 litros, pero en Porsche estaban desatados y aprendiendo a dominar una nueva tecnología que no tardarían an aplicar a su modelo estrella.
Entre 1973 y 1974 cuando estaba todavía plenamente vigente el RSR, el fabricante de Stuttgart se puso a trabajar en un nuevo Carrera RSR, esta vez con Turbo de competición, diseñaron un coche practicamente nuevo y sin condicionantes, y eso se notaba al verlo de lejos, unos aletines que lo acercaban a los 2m de ancho y un "ala delta" trasera más grande de lo que nadie se había atrevido...


Basado en el RSR 3.0, el Carrera RSR Turbo 2.1 serviría para recopilar valiosa información de cara a la producción en serie de un 911 Turbo que llegaría pronto a la gama. Tanto el chasis como la suspensión se basaban en el nueveonce de producción, aunque convenientemente mejorados con componentes procedentes del RSR y, como era habitual en la marca, frenos del Porsche 917. La barra de torsión de la suspensión se sustituyó por un conjunto de brazos de aluminio y amortiguadores de titanio que ahorraban hasta 30 kilogramos de peso con respecto a las configuraciones de los 3.0 RSR.


Porsche desarrolló un motor específico para el modelo, de 2.14 litros de cilindrada que con el índice que se aplicaba a los motores sobrealimentados cumplia perfectamente la normativa. Con un enorme turbocompresor KKK, el seis cilindros bóxer refrigerado por aire alcanzaba los 500 CV de potencia a 7.600 RPM y estaba acoplado a una transmisión de cinco velocidades en disposición transaxle.


Para conseguir un peso contenido se siguió la receta habitual, la carrocería en fibra de vidrio, con elementos de plástico ligero para los paragolpes y las puertas. El interior se aligeró también, eliminando cualquier detalle innecesario y añadiendo una jaula de seguridad de aluminio e instrumentación de competición.


Con todo ello a bordo el RSR Turbo pesaba apenas 820kg lo que permitía una brutal aceleración, con un retardo considerable del turbo, pero se ponía de 0 a 100 km/h en 3 segundos, y era capaz de alcanzar velocidades superiores a los 300 km/h.

Las 24h de Le Mans de 1974 fueron una edición atípica, al estar muy afectada por la Crisis del Petroleo y porque la categoría de los 3 litros para los Sport no terminaba de cuajar. A todo ello había que añadir el alto coste de la participación, que echaba para atrás a los equipos, Autodelta retiró sus 33/3 de la carrera una semana antes de su inicio.Eso dejaba practicamente solo al Mirage de John Wyer ante el poderío de los Matra.


Henri Pescarolo se colocó en cabeza desde el principio, los Matra mantuvieron sus posiciones más allá de los primeros cambios de piloto, una vuelta por delante del Gulf. que enseguida se retiró por una junta homocinética rota después de tres horas y con los Porsche más atras

A las 11 de la noche, el motor del Porsche 21 de Schurti / Koinigg, que iba en quinto lugar, explotó en la recta de Mulsanne. Tal fue la estela de humo que los comisarios inicialmente atribuyeron su retirada a un incendio.


Alrededor de las  11 de la mañana, Pescarolo tuvo un problema serio en la caja de cambios. Esta caja era suministrada por Porsche y Matra pidió ayuda a sus proveedores y en esos momentos, rivales.
 El proveedor no hubo dudas en ayudar a sus rivales pese a que existía una opción clara de ganar la carrera. En tan sólo 20 minutos, Henri Pescarolo y su Matra ya estaban de nuevo es pista culminando una cara victoria con seis vueltas de ventaja sobre los alemanes.


Según el reglamento, los mecánicos de Matra habían reemplazado la carcasa de la caja de cambios y eso estaba prohibido. Sin embargo los oficiales del ACO decidieron no descalificarlos (a menos que alguien interpusiera una reclamación)y ningún equipo lo hizo. Era una caja de cambios Porsche y Porsche no lo hizo, un gran gesto de honraded y deportividad.


Es de domidio público que no soy un gran fan del estiramiento infinito de la vida de los 911, y comparto con Jeremy Clarkson la opinión de que el departamento de diseño de Porsche es el más vago del mundo. También reconozco habelos calificado de "escababajos tuneados"jajaja..


Pero el 911 es mucho 911 y los R, RS y RSR me encantan, también los Turbo y 935, y el RSR me fascina por su brutalidad. Son varios los intentos a lo largo de mi vida por tener uno, pero la incompetencia de un tendero (reedición Carrera a finales de los 90), la falta de ganas de trabajar mucho sobre una resina y el elevado precio del precioso LMM, me llevó a comprar muy barato hace unos años un RSR Turbo de Carrera de los 70 y este si... me gustaba su estado, su tamaño y sus posibilidades...


Pero hay varias cosas a modificar para poder hacerme al fin mi "22"



Lo primero es desmontar todo y limpiarlo bien de paso que voy probandole cosas


La decoración sale facilmente y las ruedas del 930de Fly le sientan tan bien como al original


Una vez todo preparadito emapezamos a hacerle cosas


Lo primero arreglar la toma delantera que venía mal a al vieja usanza


Un detalle importante en el RSR 22 son las tapas de las ventanillas traseras que incluyen unas tomas NACA, forma parte del reto y me gustan más que las ventsanillas normales del 21


A base de plastijagu, taladro y lima  tenemos esta parte solucionada


Ahora solo quedaba repetirlo del otro lado


Una capita de imprimación para descubrir rascazos y defectos en la carrocería siempre les sienta bien


Al molde de Carrera le faltaba una toma de combustible del lado derecho, así que me toca hacérsela


A base de taladro y lima para que quede bien terminado es un momento


Hay siempre que comprobar que han quedado las cosas más o menos simétricas, como es el caso


Una vez hechas todas las modificaciones y todos los ajustes, pasamos a lo siguiente



Una capa nueva de imprimación para dar una buena base a la pintura y para igualar los cambios de color de las zonas que lijamos antes


La capa base es un sencillo plata, en este caso pedía al proveedor de las calcas las que llevaban rojo para hacer unas guías para enmascarar el rojo y una pieza para enmascarar la puerta y que quede en plata el interior


Enamacaramos el coche con mucho cuidado que que tape lo justo y que no haya huecos por los que se cuele la pintura


El resultado ha sido muy bueno, es la segunda vez que enmascaro el coche, ya lo había hecho anteriormente con el negro mate de la zona posterior


Por fin puedo empezar a colocarle la deco que nos diseñó Decal Station para este coche , la verdad es que lo estaba deseando


Las acalcas troqueladas se adaptan genial a las formas del coche y cubren perfectamente la transición de colores... estoy encantado


El enmascarado de la puerta nos quedó muy bien, por suerte, y luce muy bien el blanco sobre el plata. Aunque en la hoja Decal Station incluyó una versión con la puerta en blanco para los menos valientes con el enmascarado


El punto fuerte de estas calcas, aparte de no tener que recortar,es que aunque vayan superpuestas en diferentes colores cubren genial siempre


Una vez lista la deco empiezo a poner cosas en su sitio como los faros de un Altaya-exin, que le van muchísimo mejor que los cachos de plástico de origen


Del mismo Altaya procede también la bandeja, que le va mejor que la sosota de serie


Y ya está, por fin tengo mi deseado RSR Turbo, quizá no sea tan perfecto como un LMM, pero no me lo puedo permitir. Lo que si que puedo permitirme es el lujo de hacerme uno para mi por mis medidos y, si no computo las docenas de horas dedicadas a él, es más rentable y entretenido.



Joder, QUE CONTENTO ESTOY CON MI RSR TURBO AL FIN!!! jajaja





A ver si un día termino un compañero de parrilla que tengo empezado y les hago una foto a los 3 con el Matra de SRC

Ferrari 250 California Spider. 24h Le mans 1960


La magnitud y las posibilidades de negocio del mercado americano atrajeron desde siempre a los fabricantes europeos de automóviles, y estos crearon para él multitud de productos específicos. Generalmente los favoritos erán los pequeños vehículos deportivos, de ocio o de altas prestaciones italianos, británicos o alemanes que llamaban tanto la atención entre la flota nacional.

Este tipo de máquinas llamaban especialmente a las selectas élites adineradas, ansiosas de adquirir uno de loa fascinantes deportivos italianos, porque además, estos parecían tener el monopolio de los coches bellos...
John von Neumann, representante de Ferrari en la costa Oeste, sugirió a Luigi Chinetti que habría que hacer algo mas ligero que los descapotables de Pininfarina, tan deportivo como un Tour de France. Algo que su adinerado comprador pudiera pasear por el boulevard toda la semana y darle caña por el circuito y si se era lo suficientemente hábil, hasta ganar la carrera del domingo.



Scaglieti diseñó un precioso descapotable al que se bautizó intencionadamente como Ferrari 250 California Spider, estaba hecho para el sol de California, pero de la mitad para abajo era todo un GT de Maranello, lo que no tardó en llevarlo a las carreras


Con la idea de promocionar el nuevo modelo Chinetti inscribió un California bajo los colores del NART en las 24h de Le Mans de 1959 en donde terminó quinto, lo que resultó desde luego una buena promoción.



En octubre de 1959 se presentó una nueva versión del Califirnia, ya con la batalla corta, pero carrocería muy similar al anterior. De nuevo Chinetti se llevó uno a Le Mans, pero sin tanto éxito.

  

Jo Schlesser y William Sturgis fueron los pilotos que formaron el equipo a lomos del California en esta edición de Le Mans, de la mano de la NART.




El 250 estaba prácticamente de serie y el V12 de 3 litros daba unos 270 CV.


Su concepto de descapotable de boulevard hizo que pilotarlo en Hunaudieres no fuera agradable, las turbulencias de aire en el habitaculo eran insoportables.




Pese a todos los incovenientes y la dureza de la carrera rodaban en decimoprimera posición cuando el motor se rompió a dos horas del final de la carrera.




El Ferrari 250 California está considerado entre los coches más bellos de la historia, Brigitte Bardot tenía uno, Alain Delon tenía otro, cuentan que la escritora Françoise Sagan afirmaba conducir el suyo descalza para sentirlo mejor...




Buena parte de esas casi 100 bellezas atemporales, todas diferentes, cada una con su toque personal y diferenciador salieron de Europa para triunfar en América y hoy son leyenda... mitos inalcanzables para los mortales.



Para hacerme este precioso Ferrari, si, de carreras, como a mi me gusta parto de un kit de Toni Ruvira que no está nada mal

Había que retocar algunas cositas que no me convencían porque yo soy así, la más importante era reubicar la defensa trasera suprimiendo el rebaje que venía para encajarla


Ya que estaba el volante también lo cambié por otro mejor definido 


Con unos terminales eléctricos le preparo los escapes y con el clásico sistema de la cinta de calefactor le doy el toque cromado a las defensas


Otra cosa que no me gustaba eran el parabrisas y el piloto, que también los cambié, el primero por uno de una maqueta que andaba por aquí y el segundo por otro que había en un cajón con mi cabeza favorita, y que además por la imagen que da con la boca tapada lo hace muy actual...



También le cambié la toma de combustible



Mientras esperaba a que me llegara la deco disfruté unos días del coche en blanco, es realmente bonito...



La palomillas de BRM le dan un toque genial a las llantas de Cartrix para este coche... y a cualquier Ferrari


Nada más llegó la deco de los eficaces talleres de Decal Station no tardé ni media hora en colocarla en el coche, al que le sienta como un guante, por supuesto


El tirador del maletero era un pequeño relive en la carrocería y quedaba un poco cutre, así que con una palomilla de rueda de dos brazos desparejada le hice una nueva


El resultado final es bastante aceptable y hace justicia a un coche precioso. A alguno el blanco le parecerá un color chocante para un Ferrari, pero es realmente llamativo pese a su sencillez