martes, 29 de diciembre de 2009

... Y entonces llegó el Stratos...

Allá por principios de los 70 existían varios coches a batir en el mundo de los rallyes, por un lado, los pequeños y ligeros Alpine A110 y los Lancia Fulvia, los primeros de motor y propulsión trasera y los segundos de motor y tracción delanteros, con permiso de los ya casi desplazados Saab con motores de 2 tiempos. Por otro lado estaban los Ford Escort ideales en condiciones extremas, los nuevos FIAT 124 Abarth, ambos con mucho potencial por explorar, y los poderosos y potentes Porsche 911, cuyo dominio en todo tipo de pruebas solo estaba limitado por la ausencia de un equipo oficial, evidentemente, la inexistencia de un campeonato del mundo oficial (no llegaría hasta 1973) hacía que los privados se limitaran a las pruebas con mayor prestigio o proximidad.
En este ambiente se gestó en el equipo de rallyes de Lancia la idea de jubilar el ya superado Fulvia de tracción delantera, y crear una máquina exclusivamente diseñada para... ¿ganar?. Todo el equipo Lancia de rallyes participó en el diseño del nuevo coche, ingenieros, mecánicos y pilotos, cada uno dió su opinión de como debería de ser el nuevo coche.
Con el boceto en la mano de lo que sería ideal para el coche, Cesare Fiorio y alguno de sus colaboradores se fijaron en el salón de Turín en el proyecto Stratos de Bertone...


Allí mismo le pidieron un estudio más viable del mismo, explicándole sus intenciones. El 4 cilindros en V del Fulvia que llevaba el prototipo se quedaba algo corto para sus intenciones, así que tras descartar varias opciones, se fijaron en un propulsor del grupo Fiat, con muy buenas prestaciones. ¡¡El V6 Ferrari que usaban los Dino!!. Bertone firmaría una carrocería mucho más práctica que la de su prototipo, sin perder espectacularidad.

Se creo para él un chasis tubular con arcos de seguridad integrados, carrocería de fibra y capós que integraban las aletas, para un mejor acceso de los operarios a los elementos mecánicos. Resultado un relacción peso-potencia de 980kgrs para unos 240CV en las primeras versiones, y un inmejorable acceso a los elementos en las asistencias.
Este impresionante aparato que poco más medía de largo que un 127, lo que le daba una excelente maniobrabilidad en terrenos virados, y su motor una aceleración impresionante. Debutó en la temporada 72 en el Tour de corse con, como no, Sandro Munari de piloto, teniendo que abandonar al poco tiempo por problemas de juventud, pero hay que reconocer que debió llamar la atención, que a los fotógrafos les dió tiempo a hacerle bastantes fotos.






El coche marcó una época en el mundo de los rallyes, solo la directiva de FIAT pudo terminar con él, y, aún despues de eliminarlo a favor del más comercial 131 Abarth, seguía venciendo en manos privadas al equipo oficial...

Allá por el año 98 conseguí engañar a mi buen amigo Fran para que me regalara su Stratos Marlboro, bastante hecho polvo, pero potencialmente ideal para lo que yo pretendía.
Con escasísimos datos sacados de un catálogo del 96 de kitcar43, pretendí hacer el primer de los Stratos de carreras, así que con ayuda de una lupa para poder ver las pequeñas fotos del catálogo, le fuí haciendo la modificaciones que necesitaría el pequeño Exin para lo que yo pretendía. Le quité el alerón trasero y el delantero, modifiqué luces, hice un agujero en el capo delantero, en cuyo interior coloqué una rueda de repuesto.

A falta de otra cosa, le coloqué unas calcas de las del Fulvia de Teamslot, quizás debería, ahora que se, hacerle unas nuevas, pero casi mejor me hago otro nuevo, jejejeje, que este es parte de mi historia chapuceril.

Originalmente tenía unas llantas de Teamslot de 5 brazos, que más tarde cambié por estas de 124 Abarth de SCX que tiene ahora.



Bueno, al final le hice unas modificaciones, que de momento solo fueron ponerle unos dorsales del Tour de Corse de 1972

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