La caja de los truenos: Alfa Romeo tipo 33 "periscopica". Entrenamientos Le Mans 67

A principios de los 60 Alfa Romeo decidió, tras unos años dedicada en exclusiva a modernizar su factoria y los modelos de calle, retoma la senda de la competición que tanto éxitos le había proporcionado en el pasado y que culminara con los dos campeonatos del mundo de F1 del 50 y el 51.

Para ello contactó con Carlo Chitti, ex-ingeniero de la casa ( integrante del proyecto de Alfa en la F1) y que acababa de terminar su relacción con Ferrari y fundaron Autodelta -este año es su 50º aniversario-. Lo que sería el departamento de competición de Alfa Romeo durante más de 20 años.

En el seno de Autodelta se crearon los TZ y los más elaborados TZ2. también, como no, todas las competitivas versiones de los Giulia. Pero tras el TZ2 el siguiente paso hacia arriba sería un sport y a eso se puso Chitti.
El primer prototipo en 1965 fué un chasis de aluminio y de magnesio muy ligero y rígido con una ligerisima carroceria de fibra, pero aún con una evolución del 4 cilindros del Giulia, que aunque rondaba los 200CV era insuficiente.

En el año 67 se presentó el primer modelo de la saga 33, el apodado "periscópica" por su gran toma dinámica trasera de refrigeración. Este nuevo prototipo ya disponía de un V8 de 2 litros con más de 250CV y menos de 700 kgrs de peso.
Aquí está en su presentación junto a su creador

Aquí unas imagenes en su presentación a la prensa en la pista de Balocco

Quizás la cilindrada fuera algo excasa y eso privara al 33 de un éxito más resonante, pero en su categoría la dominó sin paliativos. Su debut se realizó en una subida en cuesta en Bélgica (Flerón) guiado por el piloto probador de la casa, Zeccoli, con una victoria absoluta. Durante el resto de la temporada brillaron en su categoría allá donde participaron, pero los problemas de fiabilidad y juventud no le permitieron culminar con éxito en Sebring y la Targa Florio. Aunque un 5º puesto absoluto a finales de temporada en los 1000km de Nurburgring por detrás de los Porsche 910, pero por delante de los GT40 dejó buen sabor de boca.

Pero antes de todo eso, allá por finales del mes de mayo, Chitti se llevó un par de 33 "periscópica" a los entrenamientos de las 24 horas de Le Mans, aunque no llegaron a participar en ellas. Desconozco la razón exacta, ya que hay fuentes que dicen que carecía de homologación y otras que la resistencia del jovencísimo motor de 2 litros lo desaconsejaba.

Aquí unas fotos del dorsal 37

Y ahora unas cuantas del que yo elegí, el dorsal 38.

Lo elegí entre todos por ese retrovisor del lado derecho y porque se correspondía a la primera versión sin modificaciones posteriores, adaptable facilmente a la que yo tenía de slot...

El Alfa Romeo 33 "periscópica de Fleischmann

Fleischmann era constructor de juguetes desde finales del siglo XIX, especialista en trenes a escala, y que a finales de los 60 y hasta primeros de los 80 sacó algunos coches de slot de lo más interesante. De todos ellos para mi destaca, como no, el 33. Esperé muchos años que apareciera uno, hasta que surgió la oportunidad en la liquidación de la colección de un amigo. El coche lo tenía todo... yestaba practicamente completo y sin arañazos destacables, el color era el adecuado... Y de paso me ahorraba dinero con respecto a una copia descarada del Fleischmann que sacó hace años una conocida marca, de dudosa reputación modelística, al amparo de un foro muy conocido del sector.
La serie la llamaron Auto Rallye, aunque todos los coches que conozco salvo un Mercedes Pagoda eran de circuito... cosas de los alemanes, supongo.

El dilema... que hacer.

No me preocupa demasiado el valor histórico o monetario del modelo, ni la pátina esa que dan los años y que es tan valorada en diversos sectores de la afición, y que yo solo aprecio en los que se la proporcioné yo. Pero es que el coche está tan bien hecho pese a sus años que da pena cortarle cosas. Entre otros detalles tiene unos cristales alucinantes en flexibilidad y transparencia que ya les gustaría a cualquier marca actual (eso si, seguro que el material es nocivísimo para la salud o algo, jajaja). Así que decidí centrarme en la decoración y la pintura, respetando las piezas originales.

Como podeis ver no estaba nada mal, con un poco de limpieza y quitando esas calcas viejas se podía arreglar. Lástima que el plástico (o lo que quiera que fuera) estaba bastante descolorido, así que decidí pintarlo, desmontando previamente todo lo desmontable.

Como piezas adicionales solo realicé una para los escape y los retrovisores tan peculiares del "38", para el resto aprovecho las piezas origunales, incluyendo el piloto.

Y como estoy desentrenado despues de más de dos años sin hacer nada de esto, me fuí a lo fácil y usé un spray de Tamiya en vez de estropearlo con el aerógrafo que sabe Dios como estará...

En un principio había pensado en modificar el cristal para asemejarlo al del real, pero a la vista de lo bien que había resistido el paso del tiempo y lo que me impresionó la calidad del material del que está hecho, decidí mantenerlo tal cual, una vez lavado lo mejor posible

Las llantas también son alucinantes para ser de la época que son, pero eso si, eran de magnesio en el original, así que a pintarlas

Unas calquitas diseñadas aquí mismo y gestionadas por mi amigo Angel, culminarán un trabajo al que le tenía muchas ganas hace mucho tiempo.

Uno detalle escapes nuevos siempre le sientan bien y son realmente sencillos de hacer

Y por fin está terminado con las calcas y todas las piececitas que le adapté ayer a las tantas, como en los viejos tiempos... La verdad es que al final lo terminé en un plisplas... todo escuestion de ponerse...

Y para terminar, solo faltaba cumplir con aquella vieja costumbre de sacarlo al sol... Y con el movil nuevo que hace mejores fotos que la camara y que resulta que también respeta los colores reales