De esta evolución nacieron versiones especiales específicas para competición como los "R" de finales de los 60 y los preciosos RS de primeros de los 70. Enseguida aparecieron los RSR de 3 litros, pero en Porsche estaban desatados y aprendiendo a dominar una nueva tecnología que no tardarían an aplicar a su modelo estrella.
Entre 1973 y 1974 cuando estaba todavía plenamente vigente el RSR, el fabricante de Stuttgart se puso a trabajar en un nuevo Carrera RSR, esta vez con Turbo de competición, diseñaron un coche practicamente nuevo y sin condicionantes, y eso se notaba al verlo de lejos, unos aletines que lo acercaban a los 2m de ancho y un "ala delta" trasera más grande de lo que nadie se había atrevido...
Entre 1973 y 1974 cuando estaba todavía plenamente vigente el RSR, el fabricante de Stuttgart se puso a trabajar en un nuevo Carrera RSR, esta vez con Turbo de competición, diseñaron un coche practicamente nuevo y sin condicionantes, y eso se notaba al verlo de lejos, unos aletines que lo acercaban a los 2m de ancho y un "ala delta" trasera más grande de lo que nadie se había atrevido...
Basado en el RSR 3.0, el Carrera RSR Turbo 2.1 serviría para recopilar valiosa información de cara a la producción en serie de un 911 Turbo que llegaría pronto a la gama. Tanto el chasis como la suspensión se basaban en el nueveonce de producción, aunque convenientemente mejorados con componentes procedentes del RSR y, como era habitual en la marca, frenos del Porsche 917. La barra de torsión de la suspensión se sustituyó por un conjunto de brazos de aluminio y amortiguadores de titanio que ahorraban hasta 30 kilogramos de peso con respecto a las configuraciones de los 3.0 RSR.
Para conseguir un peso contenido se siguió la receta habitual, la carrocería en fibra de vidrio, con elementos de plástico ligero para los paragolpes y las puertas. El interior se aligeró también, eliminando cualquier detalle innecesario y añadiendo una jaula de seguridad de aluminio e instrumentación de competición.
Con todo ello a bordo el RSR Turbo pesaba apenas 820kg lo que permitía una brutal aceleración, con un retardo considerable del turbo, pero se ponía de 0 a 100 km/h en 3 segundos, y era capaz de alcanzar velocidades superiores a los 300 km/h.
Las 24h de Le Mans de 1974 fueron una edición atípica, al estar muy afectada por la Crisis del Petroleo y porque la categoría de los 3 litros para los Sport no terminaba de cuajar. A todo ello había que añadir el alto coste de la participación, que echaba para atrás a los equipos, Autodelta retiró sus 33/3 de la carrera una semana antes de su inicio.Eso dejaba practicamente solo al Mirage de John Wyer ante el poderío de los Matra.
Henri Pescarolo se colocó en cabeza desde el principio, los Matra mantuvieron sus posiciones más allá de los primeros cambios de piloto, una vuelta por delante del Gulf. que enseguida se retiró por una junta homocinética rota después de tres horas y con los Porsche más atras
A las 11 de la noche, el motor del Porsche 21 de Schurti / Koinigg, que iba en quinto lugar, explotó en la recta de Mulsanne. Tal fue la estela de humo que los comisarios inicialmente atribuyeron su retirada a un incendio.
El proveedor no hubo dudas en ayudar a sus rivales pese a que existía una opción clara de ganar la carrera. En tan sólo 20 minutos, Henri Pescarolo y su Matra ya estaban de nuevo es pista culminando una cara victoria con seis vueltas de ventaja sobre los alemanes.
Según el reglamento, los mecánicos de Matra habían reemplazado la carcasa de la caja de cambios y eso estaba prohibido. Sin embargo los oficiales del ACO decidieron no descalificarlos (a menos que alguien interpusiera una reclamación)y ningún equipo lo hizo. Era una caja de cambios Porsche y Porsche no lo hizo, un gran gesto de honraded y deportividad.
Es de domidio público que no soy un gran fan del estiramiento infinito de la vida de los 911, y comparto con Jeremy Clarkson la opinión de que el departamento de diseño de Porsche es el más vago del mundo. También reconozco habelos calificado de "escababajos tuneados"jajaja..
Pero el 911 es mucho 911 y los R, RS y RSR me encantan, también los Turbo y 935, y el RSR me fascina por su brutalidad. Son varios los intentos a lo largo de mi vida por tener uno, pero la incompetencia de un tendero (reedición Carrera a finales de los 90), la falta de ganas de trabajar mucho sobre una resina y el elevado precio del precioso LMM, me llevó a comprar muy barato hace unos años un RSR Turbo de Carrera de los 70 y este si... me gustaba su estado, su tamaño y sus posibilidades...
Lo primero es desmontar todo y limpiarlo bien de paso que voy probandole cosas
Una capa nueva de imprimación para dar una buena base a la pintura y para igualar los cambios de color de las zonas que lijamos antes
La capa base es un sencillo plata, en este caso pedía al proveedor de las calcas las que llevaban rojo para hacer unas guías para enmascarar el rojo y una pieza para enmascarar la puerta y que quede en plata el interior
El resultado ha sido muy bueno, es la segunda vez que enmascaro el coche, ya lo había hecho anteriormente con el negro mate de la zona posterior
El mero mero de los Turbos definitivamente, un modelo iconico de las legendas de Le Mans
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