El Alfa 33/3 Telaio Tubolare de 1972 con el que Nino Vacarella y Rolf Stommelen no ganaron la edición de la Targa Florio de ese año como si habían hecho el año anterior.
Nino Vaccarella, “il Preside Volante” como se le conocía (“el decano volador”) por su labor docente en la escuela propiedad de la familia y que nunca abandonó, compaginándola con las carreras.
Pero decir Vaccarella, es rememorar aquéllas pintadas en la carretera y en los muros de la Targa Florio y su circuito de 72 kilómetros enclavado en las montañas sicilianas que conocía como el patio de su casa, y en el que su leyenda se hizo eterna: “Vai Nino”, “W Vaccarella”, que aún hoy pueden verse, desdibujados pero presentes, en honor al piloto que emocionó a toda Sicilia.
Para mi, pensar en la Targa Florio es pensar en Nino Vacarella en un Alfa Romeo. El hombre que ganaba carreras el domingo y el lunes daba clase a unos alumnos que lo habían jaleado sin descanso por las carreteras de Sicilia.
Alfa 33/3 Telaio Tubolare
Tras la victoria de 1971 en la Targa Florio con el Alfa 33, Nino Vaccarella hizo equipo con el gran Rolf Stommelen portando el N°1 en su nuevo Alfa Romeo 33/3 TT
El nuevo modelo era fruto de la fijación de Carlo Chitti con los ligeros y sencillos Porsche 908/3. Por ello y para aspirar a lo máximo, dejó atras el chasis autoportante de planchas de avional (sleacion ligera de aluminio y cobre) remachadas a un nucleo de acero, y se centro en un chasis tubular. Los alemanes lo habían hecho con tubos de pequeña sección, mientras que Autodelta hizo una bañera alrededor del motor y el habitáculo con tubos de mayor sección, se perdía rigidez estructural, pero era muchisimo más ligero que el anterior.
El motor seguía siendo el V8 de 3 litros con la nueva inyección Lucas que lo llevaba a los 450CV. Chitti lo colocó en posición central, por delante de la caja y el diferencial, lo que hizo que la batalla aumentara unos 20cm a cambio de un centrado de masas perfecto y una mejor estabilidad, a lo que ayudaba también la nueva suspensión de doble paralelogramo.
La carrocería del renovado 33 era mas simple que las anteriores y menos bonita, pero el objetivo era la competitividad, no los concursos de elegancia.
Sin embargo surgió un problema imprevisto. Ferrari, que el año anterior había sufrido muchísimos problemas de juventud en los 312PB quedando tercera en el campeonato tras Porsche y Alfa, había alegado ante la FISA lo peligroso de tanta ligereza en los Porsche y logró que se estableciera por reglamento un peso mínimo de 650kg para la categoría destrozando así las posibilidades del nuevo Alfa.
Todo el trabajo de aligeramiento de Autodelta se fue al traste al tener que lastrar el coche casi 100kg, y ya nunca fue realmente competitivo frente a los Ferrari, ya mucho más fiables y que hacían doblete tras doblete, salcando el honor de Alfa con el segundo y tercer puesto en la Targa (con vuelta rápida incluida para Helmut Markko) y un cuarto puesto en Le Mans.
El duro castigo recibido hizo que la temporada 72 fuera la última del V8 en los Alfa 33, ya se estaba desarrollando el V12 a 180° de similar concepto al que Ferrari usaba en sus PB
Cuando Toni García Armañac me planteó que versión hacer del 33/3 tenía claro que mi primer coche de la Targa tenía que ser de Nino Vaccarella, pese a que en esta edición de 1972 se tuvo que retirar por problemas de motor.
El pequeño 1/32 es una preciosidad de kit completísimo que hizo Artecno partiendo una base antigua muy simplona de SCX France, metiéndole mucha lija, paciencia y unas piezas en 3d excepcionales.
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