A día de hoy es inconcebible la magnitud de una prueba así, ni a nivel logístico, ni económico ni siquiera deportivo.
El World Cup Rallye Londres-México 1970 fue uno de los llamados "rallye maratón" que se celebraron entre finales de los 60 y primeros de los 70. La primera prueba de este tipo fue el Maratón Londres-Sydney de 1968.
El evento fue una creación de Wylton Dickson, inspirado como os decía, en el Londres-Sydney. La excusa para el recorrido era unir la sede de la Copa Mundial de la FIFA 1966 se había celebrado en Londres con la inminente Copa Mundial de la FIFA 1970 se celebraría en México. Dickson convenció a Paddy Hopkirk de la brillanted de su idea y juntos fueron a The Daily Mirror para obtener patrocinio, algo que, sorprendentemente, consiguieron. Eran sin duda otros tiempos
Terry Hunter y Geoff Mabbs era conocidos en el mundillo de los rallyes británicos de finales de los 60. Al primero era habitual verlo al volante de un Porsche 911 y el segundo había sido copiloto de fábrica para el equipo Triumph.
En 1970 se inscribieron a título privado en el Daily Mirror World Cup rallye a bordo de un Porsche 911S.
La combinación Hunter/Porsche ya había competido anteriormente en el maratón de Londres-Sydney, y fueron rápidos hasta que tuvieron que retirarse.
Hunter era un personaje bastante peculiar y abrasivo, anteriormente había sido piloto oficial de BMC y Triumph. Su compañero Mabbs era conocido y respetado en el equipo de BMC donde había sido miembro activo y todavía estaba bien conectado. De hecho había sido personalmente responsable del Range Rover que se había evaluado como voluntario antes de elegir los coches británicos para la Copa del Mundo.
Se confiaba en que sería un equipo rápido y competitivo, al menos daría guerra a los equipos oficiales, al menos mientras durara en carrera.
La tabla de tiempos, como es lógico, estuvo completamente dominada por los equipos oficiales de Ford, Triumph y Citroën. Para en la mayoría de etapas figuraba entre los oficiales el Porsche 911S de Terry Hunter que normalmente figuraba entre los 10 primeros de cada etapa.
Hunter, de hecho, iba más rápido y más consistentemente de lo que había esperado. El 911S probablemente era más rápido en línea recta que cualquiera que los turismos derivados de la serie que usaban los equipos de fábrica, pero, por supuesto, estaba limitado por la falta de asistencia oficial.
Con su permiso los cinco Escort 1850, tres Triumph 2.5PI y tres Citroën DS21 dominaban. Los Escort solían ser los más rápidos donde el camino era sinuoso como era normal en Europa. Muchos otros, como los Austin Maxi o los Moskvich rusos aun funcionando bien, les faltaba desarrollo como coches de rallye Los Moskvich eran notablemente lentos, pero también eran muy resistentes. Sus tripulaciones compensaron la falta de idiomas con una alegría implacable que los hizo querer por todos los demás. Aunque era imprudente tener que seguirlos por caminos estrechos, porque no estaban dispuestos a ser rebasados y no podían ver detrás de ellos en las nubes de polvo.
Y ese fue el principal problema que había que añadir a la dureza de la misma prueba durante toda la carrera. Acabó afectando al motor y fue lo que terminó con el Porsche 911S.
En Montevideo el motor comenzó a sufrir por la ingestión de suciedad, y sin ayuda de asistencia perdieron una gran cantidad de tiempo en reparaciones eventuales. Tuvieron que parar de noche a oscuras para limpiar el motor y cambiar los filtros de aire, volviendo a montar todo de nuevo y continuando pero con mucho tiempo perdido.
Para tratar de compensar en la jornada siguiente Hunter volvió a todo trapo, fue el octavo más rápido en Rodeo-La Viña, pero ahora ya no pudo compensar los grandes retrasos sufridos en la etapa de Chile. El motor tenía serios problemas con el suministro de combustible y los problemas recurrentes del filtro de aire habían empeorado las prestaciones.
De los 41 autos que comenzaron en Villazón, todos menos dos llegaron a la meta en Potosí y lucharon por llegar a La Paz.
La única víctima entre los de cabeza fue el Porsche 911 de Terry Hunter, que simplemente desapareció del radar del organizador. Al parecer, nunca se publicó una razón para el retiro, pero esta claro que las averías empeoraron con la altitud y el Porsche 911 se paró en algún lugar de la altiplanicie boliviana.
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Como podéis averiguar facilmente, fue el Escort de Hannu Mikkola quien ganó la prueba. Sin duda gracias a una locura que hizo en Yugoslavia, cuando unos camiones bloqueaban el camino antes de un puente de tablones de madera claramente poco fiable que no se atrevían a cruzar. Tony Fall/Jimmy Greaves se negaron a abordarlo, y regresaron al puesto de control. Pero Hannu Mikkola que todavía era joven, inconsciente y entusiasta, tomó carrerilla corrió hacia él, gracias a la prominencia previa, saltó lo suficientemente lejos para caer en el medio del puente, en mucho mejor estado y siguió su camino, con una ventaja que resultó definitiva
Roger Clark y todos los demás tomaron una ruta alternativa a toda velocidad para recuperar el tiempo perdido y por diversas rutas. Clark volcó y terminó patas arriba perdiendo toda la gasolina antes de que pudiera enderezarse con pocas posibilidades de recibir ayuda porque los participantes ya estaban bastante dispersos. Por suerte Terry Hunter llegó por allí para ayudarlo a ponerse sobre sus ruedas.
La inconsciencia/temeridad de Mikkola le proporcionó más de una hora de ventaja al Escort numero 18.
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Hace bastante tiempo que tenía ganas de hacer alguno de aquellos aparatos para hacerle compañía en la vitrina al 1430 de Del Val y Lazcano que hice hace años y al Escort de Mikkola que en su día hizo Superslot
Para usar de base tenía claro que no me servían los Fly por su tamaño tan grande y encontrar uno de MRRC, que si tiene el tamaño adecuado, a un precio tan razonable que justifique modificarlo, es imposible. Así que la mejor opción era uno de los kits de Arii, que todavía se encuentran a precios razonables
La parte trasera la dejo hueca de momento
La colaboración de Any3d es realmente adictiva porque parece que no tiene límite en cuanto a calidad y detalle. En este caso me hizo las llantas perfectas, tanto por la parte de fuera para las operativas, como por la parte interior para las del techo.
Los faros supletorios también fueron cosa suya, el resto son cosillas que le hice yo o que había por los cajones.
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