jueves, 1 de septiembre de 2016

Mercedes L319 Mahou

Este verano me apetecía hacer algo fresquito...

Llevaba ya tiempo por casa una preciosa furgoneta Mercedes, modificada para slot y clonada por Salva Portero y siempre que salía de la caja en medio de alguna búsqueda o intento de orden, le daba vueltas a que podría hacer con ella... Asistencia de competición tenía casi todas las papeletas, pero no había nada documentado que me terminara de llenar y volvía para la caja...
Sin embargo, este verano tomando una cervecita de mi marca favorita, me vino a la cabeza que podría ser una buena opción. Se sale de mi línea competitiva habitual y, sobretodo, está basada en un hecho real, como a mi me gusta!!!


Una vez tomada la decisión, empecé a trabajar en el tema a cada ratito del que disponía.
La Mercedes L319 era la furgoneta mediana de la casa desde finales de los 50 hasta finales de los 60.


En España se montaron varias de estas furgonetas con motor diesel en la planta de Vitoria a finales de los 60, así que es más que probable que la mía sea una de ellas. Con una potencia de unos 45CV no era una maquina de ganar carreras, pero será muy divertido verla moverse por la pista.

Para empezar le di una visualización general al kit y planteé el enorme trabajo que me venía encima, empezando por ajustar todas las piezas... que son muchas.

Pese a que Salva enviaba unos tapacubos, elegí unas llantas de Cartrix a las que quité la palomilla


Y ya que estaba le coloqué el doble perfil atrás, que molaba más


También se curró los soportes del chasis, por lo que la elección del mismo se limitó a seguir sus pasos


Quizás lo que más miedo daba era lo de los poros, que al ser planos tan grandes, se notaba muchísimo, así como las típicas faltas de material en algunos puntos de las resinas caseras



Pero vamos, nada que una buena masilla, algo de relleno y muuuuuuuchas horas de lija no solucionen



Una vez solucionado eso, imprimación y a seguir lijando


Lo más grave era el techo, que tenía una deformación, seguramente causada por el molde, pero que pude solucionar y desapareció por completo


Evidentemente, le di imprimación a todas las piezas que iran en el color de la carrocería para que luego igualen lo mejor posible


Seleccione un color en spray (lo se, lo se, pero me da pereza montar el aero) y a pintar. las llantas y la parrilla en negro mate



Busqué por los cajones un par de barriles para colocar en la plataforma junto a la rueda de repuesto, le hice un tubo de escape y presenté a Matías en su sitio


Otra parte que me dio baste trabajo y repelús fue la de los cromados, a lo largo de la carrocería iban molduras cromadas que no quería pintar, sino ponerles la cinta de aluminio que siempre uso


Tras no poco trabajo, quedaron bastante majas


La mecánica ya está lista


El habitáculo también y Matías ya está vestido con el mono de trabajo de la empresa, tiene el pequeño inconveniente de que le falta la cabeza, pero estaba en ello, ya que ninguna de las que traía ni de las que tenía a mano me gustaba, tendría que rebuscar más a fondo, necesito un repartidor de los 60, no un piloto elegante de los 50 o un marciano de los 80



Monto y ajusto todas las piezas de la carrocería para ver que todo encaje en su sitio


Y remato el habitaculo para que Matías este cómodo



Ya he encontrado una cabeza que me gusta, pero aún me parece demasiado formal, no parece que haya levantado un barril de cerveza en su vida, y menos aún beberse uno...


Pero que mejor para darle un toque que un buen par de patillas y, como no, un pitillito... sigo en los 70, jeje



Ahí lo tenemos, en su puesto de trabajo con su aire desenfado, o más bien pasota ¡¡perfecto!!...


Como viene siendo habitual, lié a Ángel con las calcas (gracias, neno) y esta vez la imprimió Luis Angel  Jimena


Las calcas se colocan bien, solo hay que recortarlas y el resultado me encanta



Pedí a propósito unas calquitas para colocarle a los barriles, aunque aún no decidí dejar las puertas abiertas, no me convence la seguridad de los anclajes.


Y una noche de agosto, con no pocos miedos y temores, la barnicé...


Y así, con unos cuantos complementos seleccionados de aquí de allá, llegué a un resultado que me encanta





Finalmente decidí no hacer de momento operativas las puertas traseras, en la pista sería un engorro y la operatividad de las mismas no me termina de convencer... De todos modos la fijación es facilmente reversible por si se me ocurre algo un día



Y ya está lista para surcar las carreteras con su valiosa carga, sus asombrosas prestaciones... y los negros nubarrones saliendo de su tubo de escape a cada cambio de marcha de Matías, armonizados por los vítores de bocina de los demás usuarios a cada pequeña rampa... jajaja




Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien haciendo un cochecito para el Scalextric, espero que os guste tanto como a mi.


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