El coche fue muy popular y muchas veces preparado para correr, pero el verdadero éxito del modelo vino de manos de los "customizadores" que trabajaron su carrocería rebajando el techo y dándole un aspecto mucho más agresivo. A través de los años este modelo ha sido de los más deseados y más representativos de muchos de estos diseñadores, disparando los precios ya en los 80 de cualquier carrocería -especialmente coupé- sin importar su estado, para usarla de base para sus preparaciones.
También el sheriff de Cars es un Mercury V8, El cine yankee se hace eco de los coches que dejaron una huella en su historia.
Por esas cosas que tiene la vida del aficionado a trastear con cachitos de plástico o resina, en algún momento me hice con una carrocería de Mercury que me llamó mucho la atención por su desmesurado tamaño... y por lo burdo de la copia de un estático de Liberty Classics. Sinceramente no recuerdo quien la hizo, donde ni cuando me hice con ella, pero cuando un buen día me dió por medirla ni era tan grande, ni era tan burda... Bueno, la copia si que era muy burda, pero era una gran base para un Hot Rod..
Tenía un gran potencial, pero no para un coche de carreras de los que hago normalmente, sino para un buen custom, o, si me apuras, para hacer un Monterrey de Cobra, pero no me decidía y ahí siguió años y años.
Pero esta vez no por mucho tiempo.
Recientemente, la novia de un muy buen amigo me pidió que le echara una mano para elegir que hacerle de regalo al sujeto en cuestión por razones que no nos incumben, y pese a que miré por páginas y páginas de internet, no había nada que me llenara para que le regalara a unos precios que ella se pudiera permitir, así que en una de mis peregrinaciones a las cajas de las resinas, se me asomó el Mercury y me pareció una buena opción. Se lo comenté, le gustó la idea, ajustamos el precio, pidió tres hipotecas y dos prestamos a Cofidis para afrontar mis suntuosos dividendos, y empecé a perfilar el proyecto
Era consciente en todo momento de la ardua tarea que me esperaba de aligerado y eliminación del kilo de resina que le sobraba por dentro, así que la saqué a la terraza y le metí dremel sin piedad para quitar todos los sobrantes, por el camino decidí que lo mejor para tratar bien las defensas era separarlas de la carrocería
En un pirmer momento sopesé la idea de ponerle un Supercharger sobresaliendo del capó, pero los que tenía le quedaban ridículos a ese tamaño de capó, por lo que finalmente me decidí por adaptarle un resto de una maqueta de Chevy de 1/24 que llevaba guardada en un cajon más de 20 años. y que le daría un toque agresivo sin estridencias
En la linea que estaba empezando a orientar el proyecto, vamos... Macarra, pero discreto
A la parte posterior le hice escasas modifcaciones, pero como iba a ir a ras de suelo, hubo que rediseñar el asentamiento de la defensa y alguna que otra cosa
Una vez cortado el capó para poner la toma se puede apreciar el grosor de la resina... y eso que ya estaba rebajada
Y con la tomo ya se iba asemejando a lo que tenía en mi cabeza, también podéis observar que retoqué un poco los pasos de rueda, porque la copia los traía desiguales
Como es habitual en las resinas, especialmente en las caseras, hay que darles mucha masilla para tapar agujerillos de burbujas y rayas de un master no demasiado elaborado
Una vez lijada la masilla, pues se le da otra poca y vamos presentándole cosas a ver como le quedan
Me hacía especial ilusión que las ruedas delanteras quedaran ligeramente dentro de la carrocería, pero con semejante anchura no fue complicado, solo tuve que rebajar la parte interior para que se aproximaran todo lo posible al exterior de la carrocería
Esas manía que tiene uno, que le gustan los coches de slot que realmente lo sean y que se muevan en pista, cosa cada vez mas escasa en un mundillo en el que he leido que un aficionado se autoproclamaba "coleccionista purista" porque no rompía ni el sello del fabricante de la caja!! Por Dios, que son coches de scalextric, diseñados para andar por la pista...
Es igual, allá cada cual, lo dicho, que me guste que anden me lleva a hacer cosas como acoplar la defensa trasera de forma que se pueda quitar y poner
Y repatir la operación con la delantera, lo que de paso me facilitará la labor de pintarlas de otro color diferente a la carrocería
Con todo ya en su sitio y unas buenas sesiones de lija,el aparato empieza a mostrarse imponente
Una capa de imprimación me destaca los fallos de lijado y ajuste y los repaso facilmente, la pinta es cada vez mejor
Tras descartar algunos colores e ideas que para mi gusto solo recargarían innecesariamente una carrocería ya de por si recargada, elegí un negro mate, junto con un cromado no demasiado brillante para las defensas
El resultado ya empezaba a sacar lo que tenía en mente y ya me empezaban a rondar comparativas de tamaño por la cabeza, porque creedme, es realmente grande, como el real. El Mini cabría en el maletero, jajaja
Para los faros recurro a un experimento en fotograbado de Decal Station que me gusta mucho yq eu quizás más adelante podamos adaptar a diferentes proyectos
Una de las cosas que más complicada me resultó fue solucionar el interior. En un primer momento pensé en adaptar un interior de una maqueta con todas sus cosas y accesorios interiores, pero la complicación que conllevaba al chasis no lo hacía viable y para que fuera algo digno habria que prescindir de toda la parte posterior. Así que finalmente opté por una bandeja de un Superbird de Carrera que tenía sin ruedas y que ¡¡aún le quedaba algo escasa!!
Antes de enviárselo a su dueña se me presentó la nada sencilla tarea de encontrar una caja en la que entrara, pero Carrera me echó una mano, una pequeña personalización con el nombre del vehículo y lo remitimos al paraiso fiscal...
Cumpliendo su parte del trato, Fátima me envió una foto de Ángel al verlo, y por la cara parece que se cumplió el objetivo. Disfrutad el uno del otro que os lo merecéis y el coche para la vitrina...
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