Si cualquier aficionado mayor de 30 se para un momento a pensar en un modelo de la marca creada por el legendario Ferruccio Lamborghini, seguro que se le viene a la mente el Countach con toda su parafernalia, ostentación e incluso su punto hortera.
Si, por más que el raciocinio lo quiera asociar a esa preciosidad voluptuosa ideada por Gandini que llamaron Miura, se os viene antes la imagen de otra de las genialidades de don Marcello, el brutal Countach.
El Countach es un cúmulo de maravillosos contrastes, de locura estilística de Gandini, de un brutal motor V12 longitudinal en el cogote del que Stanzani sacaba 350CV sin forzar demasiado.
De errores de concepto como un parabrisas descomunal que tostaba a los inquilinos a la mínima insinuación del astro rey.
Soluciones temporales que se volvieron definitivas como las cajas de los radiadores que tiene por orejas.
Los abultados aletines obligados por la anchura de los nuevos Pirelli P7.
La falta de dinero que obligó a esas soluciones "temporales" frente al costoso rediseño de la carrocería y que le da ese aire bestia que tan bien lucía en los posters.
Sus puertas de apertura imposible y "elegantemente discreta" para acceder a su angosto habitáculo con una consola central del tamaño de una cómoda victoriana para tapar la caja de cambios.
Sus ventanucos practicables parcialmente y que apenas daban para ventilar un poco o pagar el peaje no sin esfuerzo.
La influencia de la moda que lo llevó a cargar un "Ala delta" posterior que lo hacía parecer más rápido, y cuyo aporte aerodinámico era totalmente nulo. Pero lucía espectacular en Monaco o Santa Mónica... y en los posters.
Porque Lamborghini nunca estuvo interesado en la competición y el Countach nunca tuvo ese objetivo. Estaba diseñado para lucir palmito y eso era lo que astutamente hacían cada año: Aparcarlo delante del Casino de Montecarlo durante la celebración del GP para que los clientes que podían pagarlo lo desearan... Y funcionó, se vendieron más de 500 aventuras con ruedas con un nombre que en el dialecto piamontés es una expresión malsonante de admiración, (como podría ser aqui exclamar aqui ¡hostia!, al ver algo o alguien sorprendente o atractivo), y que gracias al coche ya no es condiderada tan soez.
Pero a primeros de los 80 decidieron ir un poco más allá y sendos Countach gueron prestados por el concesionario local para hacer de Pace car del GP de finales de mayo.
A sus mandos el director de carrera Jacky Icks hacía sus labores y de paso todo el mundo deseaba uno... yo incluido, aunque solo conseguí el poster...
Sin embargo a los años pude tener uno... a escala. Con una de aquellas maquetas de Monogram de los 80 me hice un scratch cuando no sabía ni que la palabra existía y acoplé un chasis de SRS a la maqueta el resultado fue tan bueno que se comía a los GTO
El tiempo pasó y nació Autoart, que sacó un hermoso Countach, pero como para mi "el calestris"es competición y me molan los coches de carreras, lo dejé pasar por otras novedades de vivos colores y con numeritos.
Hace 2 o 3 años me hice con uno a un precio genial con la idea de hacer el de Icks, que aún no siendo de competición tomó parte en una y además me parecía divertido tenerlo.
Así que le quité el alerón sin que se notara mucho
La deco de Decal Station es simplemente perfecta
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