jueves, 11 de agosto de 2022

De Tomaso Pantera Gr. 4 Odoardo Govoni. Giro d'Italia 1975

Como introducción a este coche os voy a hablar 
de su piloto, porque me gusta descubrir grandes 
gestas, pilotos y, sobretodo, coches que han hecho
un poquito más interesante la historia.


Odoardo “Dino" Govoni nació con un don para 
pilotar, no para ser un piloto mas, sino para ser 
uno de los grandes.
Natural de Cento, en medio de la región automovilista 
por excelencia, comenzó a correr con un Fiat 1100
 a mediados de los 50 que enseguida cambió por un 
Alfa Giulietta Sprint, confirmando rapidamente que 
estaba perfectamente cualificado para nuestro deporte 
favorito.
Govoni fue rápido, sensible, capaz de interpretar el coche 
bajo su asiento, improvisando una conducción adaptada 
al coche sobre la marcha.
Se dio cuenta enseguida de que necesitaba un coche aún 
más potente, y a finales de la década de 1950, si tenías 
dinero suficiente, como era el caso de Dino, podías 
plantarte delante de la fábrica de Maserati, llamar, 
presentarte y comprar un coche de carreras para correr 
como piloto privado.
Y Govoni lo hizo dos veces, la primera compró un A6GCS, 
no nuevo pero lo suficientemente potente como para 
hacerle ganar varias subidas y terminar las fatídicas 
Mille Miglia de 1957.
Con el A6GCS logró vencer nada menos que a Luigi Musso 
que pilotaba un Ferrari, en la primera carrera que corrió 
en circuito, en el recién nacido Vallelunga para ser precisos.
Fue increíble , un joven piloto, sin equipo oficial, y con un 
Maserati de segunda mano venció al experto Musso con un 
Ferrari...
A partir de ahí no le faltaron victorias, pero la competencia 
se fue volviendo cada vez más dura y eficaz, por lo que se 
necesitaba una nueva arma para reemplazar el A6GCS.
Asi que Govoni, volvió a llamar a la puerta de Maserati 
por segunda vez, pidiendo información sobre su nuevo 
Sport, apodado "birdcage".
Este nuevo coche había sido probado poco antes por 
el gran Stirling Moss, piloto oficial de Maserati, y que 
llevó a la victoria aunque pronto el proyecto quedó 
congelado. En la casa las carreras no eran una prioridad 
y realmente nunca hubo un programa serio. 
Desafortunadamente, así es como funcionaba todo en 
esa empresa en ese momento. Quizás por los problemas 
económicos o quizás porque los Orsi no estaban del todo 
convencidos del potencial mediático que las carreras 
generaban en la venta de coches.
Pero ante su insistencia al final cedieron y le cedieron 
el Birdcage a Dino el viernes anterior a la carrera que 
tendría lugar el domingo.
Al fin y al cabo, como sucedió tantas otras veces, 
el fabricante no arriesgaba mucho porque si no llevaba 
a casa un resultado, habría sido la culpa del piloto privado. 
Y en caso de victoria sería un éxito de Maserati.
Así fue, en Pontedecimo-Giovi, Dino Govoni terminó con 
el Birdcage primero en la general, nuevamente por delante 
de un Ferrari.
Este nuevo éxito que dejó a todos sorprendidos e hizo a 
Dino Govoni aún más famoso de lo que ya era, joven, de 
buena familia, triunfador y con pasta...
Dino y sus Maseratis eran los protagonistas de los 
tabloides. Declaraba con extrema humildad, que los 
Ferrari tenían más motor, más potencia, pero el chasis 
Maserati permitía una conducción claramente superior, 
por eso los deportivos del tridente con una cilindrada de 
2 litros a menudo superan a los Ferrari de 3.
En realidad, gran parte del mérito se debía al piloto y Enzo 
Ferrari se dio cuenta de esto, porque, a diferencia de Omer 
Orsi, creía en las carreras.
Dino fue llamado para una entrevista por el Commendatore 
Ferrari para competir con ellos. Dino, halagado convino con 
Enzo la intención de conversar poco después para planificar 
la temporada deportiva.
Por fin llegó la llamada telefónica largamente esperada - en 
el teléfono fijo, por supuesto - en el negocio familiar un 
empleado respondió y corrió emocionado al segundo piso:
"¡Señor Govoni, Ferrari está al teléfono!"
Dino estaba en el baño y se apresuró a decirle: 'Bueno, dígale 
que espere un minuto'....
El sueño de toda una vida, esa llamada telefónica, llegó en un 
momento tan inoportuno y encima dio la peor respuesta que 
se podía dar a Ferrari. Quizás Dino pensó que el trato ya 
estaba hecho, pero en realidad Enzo Ferrari, como sabemos, 
tenía un carácter muy particular y no le gustó esa respuesta, 
colgando el teléfono.
Nunca mas se retomaria esa conversación y Dino no quiso 
nunca molestar al commendatore con sus disculpas.
La vida continúa y Juan Manuel Fangio lo llama para que 
vaya a Argentina para correr una temporada, pero la morriña 
le hace volver poco después a Italia para participar en Fórmula 
Junior con De Sanctis, Bandini, Lotus, Cooper…
El ingeniero Bizzarrini lo llamó para pilotar sus 5300GT.
También Carlo Abarth quiere que corra la subida Trento-Bondone 
con uno de sus coches, aunque, también en este caso, la relación 
con el "jefe" no funcionó....
Una partida de póquer la noche anterior a la carrera terminó 
demasiado tarde y a Dino no le apetecía levantarse a las 4 de la 
mañana para entrenar la pista como Carlo había establecido.
Abarth se pilló tal mosqueo con Govoni que reemplazó a escondidas 
su motor de 2 litros por uno de 1 litro. A pesar de ello Dino terminó 
segundo en la general un par de segundos detrás del Porsche de 
2 litros vencedor.
Carlo quedó muy jodido porque con el motor adecuado habría 
ganado una carrera que se le resistía, algo que a Dino no le 
importaba demasiado, el ya había ganado la Trento-Bondone 
varias veces.
Participo alguna vez en Formula 1, pero era importante para él 
pensar en su trabajo, y una carrera en la máxima categoría habría 
sido demasiado exigente.
A mediados de los 60 decidió dejar las carreras para dedicarse 
a sus negocios.
Pero quiso el destino que años después probara un De Tomaso 
Pantera, el último coche nacido en Módena, que despertó en 
Odoardo de nuevo las ganas de correr..
El Pantera era potente pero también pesado, muy diferente a 
los pura sangre que había conducido anteriormente.
Era un coche moderno con un gran chasis, que daba los buen 
resultados en la circuito, pero también se defendía en las subidas.
Con el, Dino terminó tercero en la general en el Giro de Italia 
de 1974, aunque con poca suerte en otras ediciones.




En esos años Govoni alternaba el campeonato de GT italiano, 
subidas cuesta y le gustaba especialmente el Giro de Italia. 
Se trataba de una carrera al estilo del Tour de France que 
combinaba pruebas en pista, contrarreloj y dubidas una 
fórmula especialmente adaptada a las habilidades de un 
piloto ecléctico como Govoni.
No faltaron en su palmarés ediciones de la Targa Florio, 
Campeonato de Europa y Campeonato del Mundo de Marcas 
con el Lancia LC1 y, finalmente, también al volante de Ferrari, 
un 512 BB Le Mans con el que corrió la última carrera como 
profesional, los 1000km de Monza en 1982.
30 años en la cresta de la ola, 7 títulos italianos, 1 título europeo, 
que podían haber sido más, decenas de victorias y numerosos 
récords batidos, Dino Govoni fue un piloto como la copa de un pino.


     

Se que lo podía haber hecho de otra forma, pero me horroriza el 
pseudopantera de MSC, así que en un ataque de enajenación de 
esos que me dan a veces y partir de una mala copia de transición 
de uno de aquellos Pantera que hice hace ya unos años a partir 
de un M1 de SCX y que andaba por un cajón, volví a disfrutar 
cortando y rehaciendo casi todo de nuevo y aprovechando 
piezas del stock.
Y todo ese lío para hacer una versión muy diferente, la que 
Odoardo Govoni utilizó en el Giro d'Italia de 1975 con poco éxito.
¿Porque? Pues porque me gusta, por el piloto, por el coche, por 
la carrera y, porque no decirlo, porque me dio la gana.
Además puedo afirmar casi sin reirme, que esto es un M1 de SCX, 
eso si, con bastantes horas de maquillaje.

Pero había cosas de aquel viejo proyecto que no me convencían, especialmente en la parte delantera, no se si a causa de las copias o que, pero no importa, tengo un sierra y no me da miedo usarla



Para el chasis voy a aprovechar restos que había por casa con unas ruedas de SRC muy monas... de BMW


En el capó trasero también tuve que intervenir para bajarlo un poco, así que lo serré por los lados y lo llevé al sitio dándole calorcito


Para esta versión necesito más aletín delantero, así que le añado uno poco de material a base de cianocrilato y alúmina


El faldón delantero del coche de Govoni era diferente a todos los que he visto, así que me toca currar
buscando algo adecuado entre los restos


Para la parrilla delantera le hice una pieza de plastijagu con un agujero como el del real... o al menos parecido


Los aletines delantero necesitaron un poco más de material, pero quedan bien


El faldón característico de este coche tienr bastante marquetería, pero creo que merece la pena


 Ya solo me queda repasar las zonas que no me convencía con putty antes de imprimar


De lijar no nos deberíamos escaquear, ya que es la base para un coche decente, no importa las veces que lo repasemos, siempre hará falta otra mano


Enmascarar este coche es relativamente fácil, ya que los colores están en piezas definidas, aunque las curvas requieren atención



De nuevo Decal Station me ha ayudado a clavar una deco de estas tan raras que dan bastante trabajo, gracias Angel


Una vez calqueado esta impresionante, desde ahora es mi Pantera favorito.


El barniz realza el trabajo realizado y la decoración me encanta


Una vez bien seco todo viene mi parte favorita, empezar a colocarle cosas que le dan color al conjunto


Las piezas de los cajones, esas que voy guardando de maquetas y proyectos decartados siempre me ayudan, en este caso una batería de carburadores de un GT40 de Horby le van genial




Y ya está, ya tengo un nuevo De Tomaso Pantera, que hace mucho tiempo que le tenía ganas a mejorar aquel trabajo de hace años. Estoy muy contento con el resultado porque creo que he mejorado los anteriores







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