lunes, 20 de noviembre de 2023

Alfa Romeo 8C 2300. Sommer-Nuvolari 24h Le Mans 1933


Ya os he hablado en ocasiones anteriores del modelo 8C que fue, sin duda, el mejor de la casa Alfa Romeo antes de la guerra. 
Su nombre se lo daba un 8 cilindros en línea que otro fuera de serie como Vittorio Jano diseñó con culatas ciegas y doble compresor para competición, donde fue un referente allá donde participaba. 
Eso no pasó desapercibido y por petición de clientes con menos aspiraciones en competición y más en los lugares de moda como Montecarlo y el Lago Como, tuvo que pasar a la venta al público.

Los coches de calle no eran simplemente una fuente de ingresos, según los cronistas eran de un detalle exquisito, carrozados por los mejores modistos y que combinaba un motor de carreras con la comodidad de un Rolls Royce. O sea que no desentonaba tampoco entre los Hispano Suiza, Rolls, Issota Franchini, o Bugatti. 
Era un claro representante de lo que posteriormente se conoció como Gran Turismo y que realmente empezó mucho tiempo antes con el Hispano Alfonso XII

Los 8C con diferentes carrocerías o longitud de chasis fueron candidatos a cada carrera en la que participaron, ya fuera coupe, descapotable largo, spider o monoposto, desde un Grand Prix al rallye de Montecarlo, la Targa Florio, las Mille Miglia o las 24h de Lemans

Uno de esos Alfa Romeo 8C 2300, un Spyder, fue carrozado por Zagato en 1933 y entregado al piloto francés Raymond Sommer por el distribuidor de Paris de la marca de Arese, un tal Luigi Chinetti.

Sommer modificó el Alfa con un juego de guardabarros en forma de lágrima separados de la carrocería y una cola más larga que había sido diseñada por Joseph Figoni y que ya había montado en su Alfa Romeo ganador de LeMans en 1932.


Pero el golpe de efecto fue que su coequipier iba a ser, no un fuera de serie cualquiera, sino el más famoso de los pilotos presentes y futuros: Tazio Nuvolari. Convencerlo no debió ser fácil, pero corrieron rios de tinta al respecto.


Tazio Nuvolari y Raymond Sommer eran dos pilotos muy experimentados y astutos en la pista, con experiencia en las carreras y capaces de llegar al límite de sus fuerzas, una energía que otros pilotos no eran capaces de desplegar. Con la victoria en las 24 Horas de Le Mans de 1933 además demostraron tener un espíritu particularmente ingenioso.


Los dos bravos pilotos corrían cada uno por su cuenta, pero ese año decidieron participar en el mismo equipo. Unidos formaron un conjunto homogéneo y rápido. Ambos tenían un palmarés impresionante. Sommer era campeón y especialista en carreras de resistencia, pero eso no le impedía ganar algunas pruebas de velocidad. Nuvolari era “el campeonissimo”, el piloto más fogoso, audaz y atrevido de todos los conductores europeos. Ferdinand Porsche le llamaba “el más grande corredor de ayer, hoy y mañana”.


Ambos se subieron a un Alfa Romeo 8C y se convirtieron, sin ningún género de duda, en los favoritos para ganar LA CARRERA. Nuvolari era la liebre, el cazador del record por vuelta; Sommer hacía el trabajo sucio, mantener la regularidad necesaria totalizando las horas y los kilómetros a la media calculada, siguiendo la pizarra que le enseñaban desde boxes.


Tras la salida, el equipo cogió cierta ventaja y los casi cien mil espectadores que se dieron cita en el circuito de La Sarthe tuvieron la impresión de que a Nuvolari y Sommer el triunfo no se les podía escapar. No obstante, en carrera surgió una serie de imponderables que hizo que no se ganara con la facilidad imaginada. Al amanecer un problema inesperado se cruzó en el camino de la victoria: una fuga en el depósito del combustible. Había un riesgo enorme de no tener suficiente carburante para acabar el número de vueltas obligatorias por reglamento entre dos reavituallamientos. Mientras Sommer buscaba una solución, Nuvolari se lanzaba a batir vuelta rápida tras vuelta rápida.


Mientras todos los que estaban en el box de Alfa asistían en silencio a esta tragedia deportiva que debía abocar al abandono al equipo de cabeza, Raymond Sommer llamó a dos amigos y les dijo al oído: “Reunid toda la goma de mascar que encontréis en Le Mans”… Los dos camaradas partieron rápidamente y volvieron poco después, agotados, pero satisfechos por el deber cumplido, con una gran cantidad de paquetes del chicle que tanto gustaba a los norteamericanos.


Cuando Nuvolari dejó el coche en manos de Sommer, éste llevaba los bolsillos llenos de paquetes de chicle. Esta golosina le sirvió para taponar la fisura del depósito y el resto de la carrera tanto uno como otro se la tiraron masticando este dulce providencial. Según el reglamento de las 24 Horas de Le Mans, todas las reparaciones deben hacerse con el material que se encuentre a bordo del automóvil y los comisarios no pudieron más que aplaudir la ocurrencia del piloto francés.


Una vez Nuvolari cruzó la meta, se bebió de un trago medio litro de agua pues los dientes todavía le rechinaban. Y Sommer declaró que debía un reconocimiento eterno al preciado producto que les permitió no solamente obtener la victoria que se habían merecido sino también haber recorrido la mayor distancia en el palmarés de todos los Grandes Premios de Resistencia.



Dos semanas más tarde, de nuevo con los paneles Zagato originales, Sommer y Henri Stoffel terminaron segundos en la carrera de 24 Horas en Spa-Francorchamps. 
Posteriormente, el coche fue devuelto a Alfa Romeo y se vendido a Tazio Nuvolari, este fue su coche personal durante los dos años siguientes. Luego se vendió en USA a donde lo llevó el propio Nuvolari al ir a correr la copa Vandervilt



Hace muchos años Scalextric UK hizo un precioso 8C con algunas licencias mas o menos comprensibles, pero un sistema de guía terrorífico. Dicha reproducción es claramente del 8C de Lord Howe, al que seguramente tuvieran acceso con relativa facilidad porque hasta hace poco seguía perteneciendo a la familia. 
Esto dice muchísimo del cuidado del detalle de la marca y me es un coche que me encanta y, como recordaréis, hace un tiempo ya traté de reproducir con uno el de Lord Howe.

Ese coche marcó un antes y un después en mi enfoque porque nunca había hecho algo de antes de la WW2, y a partir de él  no hago ascos a poryecto absulutamente absurdos de coches de esa época, en este caso a partir de una copia incompleta pero en buen estado que me regalaron unos buenos amigos y unas cuantas piezas de Slotmanía me lié a cortar y pegar trocitos de plástico  para reducir la batalla y emular los postizos de Figoni.


Si sois puristas de los cochecitos viejos del "calestri"y tenéis el corazón sensible no sigáis leyendo...


Para empezar hay que reducir la batalla, ya que el de Scalextric es la versión de batalla larga y la de Sommer de batalla corta,como ya os comentaba antes. Lo primero es seccionar la parte posterior del chasis y las imitaciones de las ballestas, para aprovecharlas y recolocarlas en su nueva ubicación


Lo segundo que quise arreglar está en la parte delantera, la única y necesaria licencia que se tomó el fabricante para solucionar el eje delantero, con un suplemento delante del radiador, ya que en el real el eje coincidiría con el radiador y no serviría un eje rígido


Repetimos la operación con la ballesta del otro lado


Ahora hay que calcular la ubicación de los ejes con la batalla correcta, algo que , con los datos adecuados no es complicado


Presento los ejes en su sitio para hacer los cálculos y observar si la sensación es la adecuada, que lo es


Para solucionar la ubicación del eje delantero recurro a un soporte de aje delantero de Slot.it, que junto con unos semiejes de Fly discontinúa el eje delantero y me lleva las ruedas a su sitio


La batalla coincide, al igual que sucedía con los reales con la del 6C que estaba haciendo en esa época


Para alargar la parte posterior recorté un trozo de la cola que me sobraba para alargar la parte posterior del habitáculo con las plazas posteriores obligatorias en Le Mans en aquella época 


Para hacer la cola de Fogoni no me complico, la hice de cero con tiras de plastijagu. La marca de la tapa de la rueda de repuesto la hice previamente en plano con un compás y el diámetro de las ruedas que llevará el coche


tengo que hacerle una cubierta de lona para las plazas que no se utilizaban, así que que mejor que aprovechar la que tenía el coche, que encaja perfecta y es muy chula


Le seccioné la parte de la capota plegada, que ya aprovecharé más adelante y presento las piezas para estudiar los ajustes


La verdad es que tiene buena pinta, podemos seguir adelante


Tras fijar el soporte delantero comprobamos que  todo encaja


Así que fijo la parte original del morro tras suprimir el suplemento del soporte del eje original


El 8C de Sommer llevaba más rejillas de ventilación que el de Lord Howe, así que hice un agujero con la forma y unas rejillas nuevas con las rejillas de una caja de un CD


Una vez todo en su sitio ya me puedo liar con la masilla y la lija de mis amores


Si, es un coñazo lijar y tapar y repetir las veces que haga falta, pero  luego veremos los resultados


el escape de esta unidad salía por la parte inferior del capó derecho y corría por el costado, así que busqué piezas por los cajones que dieran el pego, como no había me lié a hacer uno


A base de secciones y uniones logré hacer algo similar al real y que siguiera las formas de mi carrocería


Queda bastante correcto y encaja perfecto en el conjunto


Así que realizo las fijaciones a base de tetón y agujerito y lo remato con una cola adecuada


Vamos con los guardabarros aerodinámicos: para hacerlos voy a aprovechar los de la maqueta de Airfix que tenía guardados hace años y un poco de plastijagu para añadirles


Una vez doy con la forma los presento en su sitio para terminar de ajustar  los perfiles laterales con el coche


Los soportes de los delanteros he tenido que hacerlos a base de cuerda de piano imitando los reales, claro


Así, con todo lijado y rematado podemos pasar a la siguiente fase: la pintura


tras pintar  la parte central de amarillo, la fase de enmascarado no tuvo demasiado misterio y quedó bastante bien


Un toque de plata al escape y los tambores de freno, algo de negro al cobertor y cuero rojo para el asiento antes de pasar a adornar el conjunto


Como no tengo los cinturones que fijaban el capó originales, me hago unos nuevos con unas tiras de plasticard


La pieza que imitaba el encaje de la manivela de arranque no me convecía, así que la quité


Y la sustituí por otra home made de paso que empezaba a poner cosas en su sitio y las correas pintadas del color adecuado con unas hebillas de fotograbado de esas que llevan tiempo por los cajones


Para rematar el conjunto le he acoplado unos faros supletorios procedentes de... quien sabe


Comparación de los resultados, el azul con la batalla original al lado del modificado


Y ya que estoy, la comparativa con el 8C Touring que hice hace un par de años con el que compartía batalla y que además es muy similar al Zagato que transformó Sommer y que luego devolvió a las formas originales y tal cual se conserva hoy. 


Para completarlo solo faltaban los dorsales, el del morro lo hice pintando en negro y enmascarando los números, que queda mejor aunque da curro.


 El resto son calcas de diseño propio hechas a medida para él





Al final ha quedado bastante bien. Como sabéis MMK y mi amigo Dani Priamo Rex hicieron sus versiones de este mismo coche, pero sin desmerecer sus trabajos, me apetecía coger el camino complicado y hacerlo a mi manera. En lugar de hacerlo como ellos con el Airfix como base, quería hacerlo con el Scalextric.


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