La edición de 1930 de la carrera mas antigua del mundo, la Targa Florio se disputaría a 5 vueltas al circuito mediano de la Madoine, de 108km de recorrido nada menos.
Bugatti venía de una racha de 5 victorias seguidas en la Targa y de nuevo aspiraba a todo con sus 35B. Tenían este año en sus filas a Alberto Divo, Louis Chiron, Caberto Conelli y a Williams Grover. Maserati lo intentaba de nuevo con su nuevo modelo de 2,5litros para Luigi Arcangeli , Baconin Borzacchini y Ernesto Maserati. Alfa Romeo llevaba lo mejor que tenía para hacerle frente y presentó seis coches para la carrera. Campari, el Conde Aymo Maggi y Guido D’Ippoloto serían quienes acompañaran a las figuras indiscutibles de la casa: Aquile Varzi y Tazio Nuvolari dispuestos a terminar con la hegemonía de los últimos años de los coches azules. Nuvolari encabezaría el grupo de los ágiles Alfa 6C, mientras que Varzi pilotará un viejo P2 de 8 cilindros con compresor remodelado para pruebas de carretera.
El público abarrotaba el circuito esperando una gran edición de la prueba mas antigua del mundo. Los pilotos partían de uno en uno cada tres minutos.
El vencedor de las dos ediciones anteriores, Albert Divo partía de los primeros con el dorsal 6, un poco mas tarde lo hacía Louis Chiron con el Type 35 #22
Arrancando con el dorsal número 30, Varzi marcó en su primera vuelta un nuevo récord de la pista Nuvolari, con el dorsal 40, marcaría un minuto y medio más que su compañero de equipo, ahora líder.
Varzi sacaba lo mejor de su estilizado pilotaje de la escuela de Nazzaro, y no aflojó, de hecho prácticamente calcó el tiempo, haciendo un tiempo con sólo un segundo de diferencia respecto al anterior giro, algo realmente meritorio en un trazado de esa longitud. Nuvolari encandilaba al público con su estilo exhuberanre, frenando tarde y haciendo girar el coche con las cuatro ruedas deslizando, escuela creada por Vincenzo Lancia, pero hoy no pudo mantener el ritmo a causa de una ballesta rota, Varzi era hoy inalcanzable para él.
Al terminar la tercera vuelta los Bugatti reducían la diferencia y Divo empezó a recuperar terreno. Su remontada le llevaría a tener una salida de pista en la que dañaría bastante su coche, aunque pudo usar el de Williams para acabar en séptimo lugar compartiendo ambos la clasificación final.
Mientras, Chiron administraba inteligentemente el ritmo, hasta que su mecánico se mareó y decidió que lo iba a dejar en boxes para continuar solo, aunque no logró llegar sin antes salirse y dañar una llanta. El maltrecho mecánico tratando de colocar el gato dejo caer el coche y Chiron, furioso, lo apartó de un empujón terminando él mismo la faena.
¿Entonces Varzi tenía ganada la carrera? Pues no.
Pilotaba tratando de gastar la mínima gasolina posible, puesto que había ahorrado el repostaje de la vuelta anterior. Chirón, pese a todo, era lider por medio minuto y todavía quedaba una vuelta.
Animado por una multitud deseosa de un triunfo patrio, Varzi empezó a atacar como loco, sacando lo mejor de su coche y su pilotaje, poseído por su afán de conseguir la victoria. En el punto intermedio de Pollizzi había recuperado no solo el medio minuto de desventaja, sino que lo había aumentado en otro tanto.
Llegando a Campofelice, en medio de la trazada apareció un charco de aceite que hizo que el coche patinase súbitamente. Varzi era un auténtico as del control y devolvió el coche a la carretera sin graves problemas pero perdiendo la trazada ideal pasando en su deriva por una sucesión de baches y socavones que hicieron que la rueda de repuesto saliese despedida.
No había tiempo ni intención de para parar a recogerla, aun había que atravesar Campofelice y toda la recta de Bonfornello.
Lo malo es que la rueda no se había ido sola, se habìa llevado un trozo del depósito enseguida el P2 empezó a dar síntomas de que no había gasolina.
El mecánico se dio cuenta de la avería y justo después del pueblo había un punto de repostaje de emergencia.
No había tiempo de preocuparse del agujero, ni de buscar un embudo, ni siquiera de la puntería con el agujero, unos cuantos litros eran suficientes para lograr la ansiada victoria y salieron disparados
Pero casualmente el escape terminaba por allí al lado y las prisas no son buenas consejeras.
Giovanni Tabacchi "Giannella" copiloto y mecánico de confianza de Varzi lanzó un alarido de terror “¡el coche está ardiendo!
Varzi no sabía que hacer, pero si sabía que si paraba, el aire dejaría de empujar las llamas hacia atrás, ardería el coche y quizá ellos... si seguía corriendo quizá fuera tambien inevitable parar las llamas, pero allí estaban, a toda velocidad por la recta de Bonfornello con la cola ardiendo cuando se le ocurrió una idea: “Usa el asiento para tratar de apagarlo” echaron el cuerpo haca delante y su mecánico arrancó el respaldo y empezó a atizar a las llamas como si literalmente le fuera la vida en ello.
Como la carrera en si ya era sencilla, aquellos coches básicos y con suspensiones de carro de caballos, a 200km/h por caminos sin asfaltar, metidos dos tíos en un habitáculo mínimo lleno de cosas grandes para controlar el rudimentario coche de carreras. Pues además, mientras uno iba al timón arrimando el culo para delante para no tostarlo, el de al lado iba de rodillas atizándole con el respaldo a la trasera para apagar el fuego... si lo vemos fuera de contexto podrían ser Stan Laurel y Oliver Hardy y la magia de Hollywood. Pero el esfuerzo mereció la pena y el fuego amainó, las llamas se redujeron y Giannella continuaba dandole con sus manos a los últimos rescoldos
En Floriopolis, Chiron que había salido tiempo antes y había cruzado la meta. Esperaba inquieto, mirando el reloj, a que llegase Varzi, ignorando si lo haría antes o despues del tiempo que los había separado en la partida, y así saber quien de los dos había ganado. La tensión y el silencio sepulcral en las gradas era muestra de la espectación y la tensión del momento.
Se oye un coche a lo lejos. ¿Sería el de Varzi?
Las gradas de Floriopolis continuban en tensión... pero el coche era rojo... y el público estalló con un “Andiamo, Varzi”, cientos de sombreros y gorras fueron lanzados al aire. Varzi llegó minuto y medio antes de lo que Chiron necesitaba...
Tenía un kit de Priamo Rex del 8C de Le Mans que podía valer como base. Con varios cambios
También tengo que eliminar las correas del capó, que no me hacen falta.
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